Al fin de la batalla,
y muerto ya el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate, hermano!"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
César Vallejo
Del libro “España, aparta de mí este cáliz” (1937)
10 comentarios:
¡Qué recuerdos!... yo oí este poema por primera vez hace muuuuuchos años en una versión que no sé si era de Quilapayún o de Inti-Ilimani....Era una casete que trajo un amigo de Portugal, donde acababa de producirse la Revolución de los Claveles...
César Vallejo!
Este poeta foi-me dado a conhecer por uma amiga peruana e em pouco tempo tornou-se um dos meus preferidos.
O poema que mais me faz sentir é "Espergesia"
Obrigado por me fazer recordar!
Abraço
Alkaid el poema no lo he oído cantado pero tiene que ser una pasada.
Un beso
Olá Argos:
Espergesïa está muy bien. También me gusta mucho.
Muito Obrigado
Un abrazo
Rosario gracias por hacerme éste poema! La verdad no lo conocía.
Un placer
Un abrazo
Noe
quién guió mis primeros pasos en la escritura me recitaba a César Vallejo...
un saludo
Noe bonita, muchas gracias por leer los posteo que cuelgo.
Eres un sol
Mª Ángeles te hice recordar aquellos tiempos :-)
Un abrazo
Este es uno de los grandes poemas de la historia...
Gracias.
Salvador me alegra que te guste. A mí la primera vez que lo leí me dió que pensar, y mucho
Un abrazo
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